Hace tiempo que no escribo, un poco por falta de tiempo y otro tanto por falta de inspiración. Y es que a veces la vida nos atrapa en “una mala racha” y entregamos todo a ese pretexto. Puse en pausa mi vida, tantos momentos controlados por mis miedos que pareciera que deje de vivir.
Cada año en mi cumpleaños suelo hacer una reflexión de lo vivido, bautizar el año pasado… pero, ¿Porque perder tanto tiempo en el pasado. mas de diez mil palabras, muchas cajetillas y cafés hablando de lo que fue? No me había percatado del tiempo que pasaba viviendo en el pasado hasta hace poco y es por eso que esta vez decidí adelantarme al cierre de año y bautizar el año venidero. Como los que ya me han leído o me conocen, saben que no creo en las coincidencias sino en las causalidades. El último mes ha sido una causalidad, me involucre en proyectos, conocí gente maravillosa, trabaje conmigo como en veintiocho años no lo había hecho y me tope con la palabra perfecta, el título ideal para mi siguiente año ATARAXIA.
No se sientan mal si no conocen su significado, yo tampoco lo conocía. Es mas… ni siquiera se si existe la palabra porque no la encuentro en ningun diccionario pero para mi ya significa algo y creo que eso es más que suficiente. ATARAXIA, (según el post de facebook que leí) quiere decir imperturbabilidad, serenidad. Cosa que creo que ya era justo y necesario que decidiera adquirir a mi vida.
Así que declaro de manera oficial que mi 2016 será mi año ATARAXIA, nada perturbará la calma que logré alcanzar. Y no con esto quiero decir que me cierro a tener emociones, a sentir, a llorar o a reír… simplemente es el perder el miedo a aceptar un nivel más en este proceso de autoconocimiento, a sentir pero con conciencia y no con inestabilidad. Es muy fácil dejarnos llevar por nuestras emociones y ser víctimas de las situaciones… o mejor dicho de nosotros mismos.
Mi mamá desde hace tiempo venía diciéndome que tenía miedo que lo que estaba viviendo corrompiera mi espíritu, que me estaba contaminando y que estaba permitiendo que lo que me pasaba me definiera… pero no es hasta que lo escuchas de un extraño que pones atención. (No me pregunten porque pasa, pero siempre menospreciamos las palabras de quienes tenemos más cercanos y creemos que solo nos lo dicen “porque nos quieren”)
Decidí que este año, que empieza hoy, no el 31 de diciembre, lo defino YO. Caminaré en la ruta que yo tracé en mi mapa, que lo que me limitaba no era mi “situación” sino mi falta de “pantalones” (por no usar palabras altisonantes que alteran a mi mamá), que no habrá miedo o inseguridad que me detenga de ser YO. Yo, la loca que canta sin importar en donde este y baila en los pasillos del super, que pasa horas hablándole a una cámara y que ama soñar despierta.
Hace un año creí que me había encontrado… pero no. Hoy me doy cuenta que estaba perdida, que sigo perdida y que NO tiene nada de malo… porque sino, ¿Cuál sería el sentido de seguir viva? Estoy perdida, pero me conozco más, se que me gusta, que no, soy valiente y escojo mis retos, no espero a que la vida sea la única que elija por mi. Estoy perdida, pero perdida del miedo a vivir.
Escribo porque es terapéutico para mi y espero que estas palabras resuenen en algunos de ustedes porque por causalidad se topen conmigo.
Mucha luz, mucho amor y mucha energía;
Mónica Makaco
No hay comentarios:
Publicar un comentario