Hace un rato que no
escribía ninguna entrada, así que mi cabeza explota de temas que quiero
compartirles. Pero hoy, hoy empecé mi día completamente diferente a todos los
demás y decidí escribirles sobre este cambio. Aprovechando que es el mes del
Amor y de la Amistad, y hace un año solo me enfoque en hablar del amor. No
quiero perder la oportunidad de hablar de la amistad, ya que de algo estoy
segura, este año y medio no hubiera sobrevivido si no fuera por la amistad.
Puedo considerarme una
persona que tiene la bendición de tener muchas amistades, y a la vez amigos íntimos
muy pocos, creo que como la mayoría de las personas. En este tiempo de
autoconocimiento, de armarme y desarmarme infinidad de veces, conociéndome y
re-conociéndome, haciéndome responsable de lo que me corresponde y otras
inundándome de culpabilidad… creo que hoy, como algunos otros días, tuve una
“iluminación”. Pareciera que hasta hay alguien que habla conmigo en mis sueños
y me hace entender todo mas sencillo que si le doy mil vueltas despierta.
A lo largo de mi vida han
habido varias ocasiones en las que me llaman “mala amiga”, “egoísta”, que no
pongo interés o que no me importan las otras personas… la verdad es que muchas
veces me llegue a sentir demasiado mal por estos juicios que recibía hacia mi
persona. Pero hoy tras muchas experiencias y un poco de madurez puedo no
hacerlos míos, tomar las cosas que me hagan mejor persona y soltar aquello que
me hace daño. Todo ha sido gracias al proceso de conocerme mejor y sincerarme
completamente conmigo, nadie me conoce mejor que yo, nadie mas que yo, sabe
realmente lo que sucede en mi y porque tomo las decisiones que tomo.
A pesar de que me encanta
socializar y rodearme de gente… derepente me sale un gen de cangrejo ermitaño,
en donde me aíslo de todo y pareciera que no me importa si se derrumba el mundo
a mi alrededor. Pero la verdad es que hay tres razones por las cuales me
convierto en un hermoso cangrejito.
La primera… no por
importancia, solo para tener orden en mi cerebro y poderlas explicar un poco
mejor, es cuando bloqueo a gente de mi vida porque me han hecho daño, cuando he
salido lastimada y verdaderamente no puedo conciliar en mi corazón volver a
tenerlos cerca. Que ha decir verdad es de las cosas que mas trabajo me cuesta,
porque cuando le abro mi corazón a alguien pretendo tenerlos ahí para siempre.
Este es uno de mis crecimientos como persona más importantes en este tiempo,
aprender a decir que NO, no te quiero cerca y NO, ya no voy a permitirme que
pases encima de mi. Yo soy una persona a la que le molesta tanto el conflicto,
que era capaz de modificar todo en mi con tal de evitar los problemas, pasando
encima de mi. Una vez mas, no culpo a nadie, esa decisión la tomaba yo y yo era
la única que permitía que me estuvieran usando de tapete. Por fin entendí que
es completamente valido ser un poco “egoísta” y alejarte de estas sanguijuelas energéticas
que solo van apagando tu luz al tú entregarles el poder. Recuerda, si alguien
te trata mal, no es culpa de ellos, es tu responsabilidad respetarte tú y
sacarlos de tu vida.
La segunda razón que he
notado en mi para ser ermitaña, es una que me duele mucho admitir. Me he
alejado de gente que me quiere, que me ha demostrado con lágrimas y desvelos
que esta a mi lado, que yo amo y adoro con todo mi corazón, pero que hoy por el
duelo que estoy viviendo y que hay cosas que me quedan por sanar me cuesta
trabajo estar cerca. No precisamente por egoísta… tal vez porque es algo que me
falta de digerir, de madurar. No se si a ustedes les ha pasado que su mejor
amiga esta pasando por la mejor etapa de su vida y al estar cerca lo único que
ocasiona en ti es un mar de emociones, porque al mismo tiempo de que compartes
su felicidad solo te recuerda todo lo que añoras. Y se que esto suena muy
infantil, me cuesta mucho trabajo admitirlo, a decir verdad, ya que siempre he
trabajado en ser la mejor versión de mi misma y esta faceta de “envidia” que
siento me enoja de sobremanera conmigo misma. Pero creo que admitirla es el
primer paso para derrotarla.
En este mismo proceso de
aprender a decir que NO, aprendí a decirme que NO a mi también. Como se los
decía en las líneas de arriba, puedo dar la vida con tal de ver a los que me
rodean mejor… sin importar el precio que yo tuviera que pagar. Un libro que me
ayudo mucho en esto es el de “Mamas de teta grande” de Fernanda Familiar, en
donde parecía que me conocía a la perfección en cada uno de sus párrafos y
había pasado vigilándome mis 26 años de vida. Si bien creo que es de suma
importancia darte a los demás, logre entender que a veces no somos lo mejor
para estar en esos momentos difíciles, no ser egocéntricos y creer que podemos
con todo. Para explicarme un poco mejor les compartiré un ejemplo que tal vez
me costo una amistad, yo, como los que ya me han leído saben que estoy pasando
el momento mas difícil de mi vida hasta hoy y la verdad no tengo cabeza ni
fuerzas para nada mas que para lidiar con esto. Una amiga paso por uno de los
momentos mas difíciles que yo pudiera imaginar justo al mismo tiempo que yo me
veía envuelta en uno mas de los huracanes que han atacado mi mundo. A mi me
hubiera gustado poder acompañarla en cada momento, así como ella lo ha hecho a
lo largo de todo este tiempo conmigo. Se que antes les he escrito que “el que
quiere encuentra la manera, si no quiere encuentra pretextos”, pero este no fue
el caso, no eran pretextos, eran razones reales que requerían de mi toda mi
concentración y energía. Que hice lo que pude, genuinamente dí lo que podía dar
en ese momento. Suelo botar todo con tal de estar ahí para los demás, y mucho
también porque me ayuda a evadir mis problemas al tratar de resolver los de los
demás; pero llego este momento en mi vida en donde ya no me puedo permitir
hacer eso. Hacerme responsable de mi vida, de lo que verdaderamente es trascendental
en mi vida y aprender que con todo el dolor de mi corazón no podía correr al
llamado de alguien, me costo mucho mas de lo que se imaginan. Porque además
sabia que aun si hubiera corrido a estar ahí, realmente no hubiera “estado”, mi
cabeza y mi corazón iban a estar “egoístamente” pensando en todas las
decisiones que tenia que tomar y no realmente funcionando como un apoyo…
hubiera sido un mueble que lejos de ayudar hubiera solo ahogado el cuarto con
mis problemas. Reconocer mi debilidad, aceptar que no iba a ser capaz de
“estar”… Dios, que difícil ha sido.
La tercera y la que menos
me agobia, es que “respeto”. ¿Cómo que respetas?, se preguntarán. Pues si, yo
reconozco que soy una persona que no tiene problemas con hablar de si misma, de
externar sus preocupaciones, problemas, sueños y anhelos; pero al mismo tiempo
se que no todo el mundo es como yo y hay muchas personas a las que no se les da
tener “verborrea”. Cuando estoy con mis amigas no me gusta estarlas
interrogando de sus vidas, sus problemas, sus relaciones… creo que quien quiere
ser escuchado habla. He aprendido que este exceso de respeto y de no
interrogar, a muchas les ha parecido que soy “egoísta”, así que he aprendido a
callar, porque a veces cuando dejas que el silencio exista ellas encuentran la
paz para poder expresarse.
Tal vez daba por sentado
que la gente a la que quiero, sabía que la quiero… que sabían que yo ahí estaba
para brindarles mis brazos, mis hombros, mi corazón… pero no, me excedía en
respetar sus espacios, esperando que si ellas me necesitaban me lo iban a hacer
saber. Por eso hoy decidí dejar atrás mi “respeto” y hacerles saber que pienso
en ellas, que ahí estoy… que telepáticamente no iban a saber que por las noches
en mis peticiones son un renglón importante. Tal vez también estoy dejando a un
lado mi “egoísmo” de solo pensar en mis problemas y hasta como terapia para
limpiar mi mente. Siguiendo un consejo que alguna vez por ahí recibí… muchas
veces cuando tenemos un problema ponemos en pausa nuestra vida esperando a que
pase para retomarlo todo… pero la vida sigue aunque en nuestra mente pongamos
pausa y entre mas nos tardemos en ponerle “play”, mas difícil nos será
retomarla.
Hoy decidí ser la mejor
versión de mi misma, no esperando a que pase el frente frío número 2,637 de mi
vida para poder vivir. Retomo desde hoy las riendas de mi vida, con las
capacidades que hoy tenga daré lo mejor para hacerle saber a todas aquellas
personas que me importan lo mucho que me importan. Que si me siento “fuera” de
todo, mas “fuera” estaré entre mas me tarde en querer entrar.
Agradezco a todas aquellas
amistades que ha pesar de que soy un cangrejo ermitaño, Houdini y “egoísta” en
estos momentos, nunca han dejado de quererme, no se que sería de mi vida si no
supiera en mi corazón que ahí están para mi.
Los dejo por hoy, con esta
pequeña reflexión, que acabo siendo un desahogo mas de mis preocupaciones,
imagino que habrá alguien por ahí que me lea que esta pasando algo similar, así
que espero que al leerlo de esta personita les ayude a ver con mas claridad sus
situaciones.
Mucha luz, mucho amor,
mucha energía. Gracias por leerme y ser de tanta ayuda. Les deseo de regreso
diez veces lo que me desean a mi.